sábado, 8 de octubre de 2016

¿Estamos ante el final del empleo?




FRANCISCO CANTERO  

Estamos en el inicio del siglo XXI, a punto de entrar en la era de la edición genética (CRISPR), el aprendizaje automático (Deep Mind), la computación cuántica (D Wave).
 
Estamos en la antesala de ver una explosión de las Nuevas Tecnologías que harán volar nuestra imaginación, la creación de robots y ordenadores con capacidad de realizar una gran cantidad de los trabajos que ahora hacemos los seres humanos.
 
El vehículo sin conductor ya está aquí y eliminará una gran cantidad de puestos de trabajo en el sector del transporte y taxis. La fabricación de automóviles ya se está haciendo mediante impresión 3D. Todo un edificio se construyó en Dubai con una impresora 3D. Los restaurantes están siendo diseñados sin camareros, hoteles sin empleados de recepción. Robots están actuando de profesores interactuando con los estudiantes en Japón y el Reino Unido…..
 
Todo esto se traduce en la pérdida de una cantidad ingente de puestos de trabajo, que ha provocado la mercantilización de un derecho y ha hecho surgir una nueva clase social que el profesor Guy Standing ha denominado precariado, es decir, personas que se ven obligadas a aceptar una vida de trabajo inestable como norma y sin posibilidad de tener una identificación profesional.
 
Con estas perspectivas, se puede afirmar que: No hay ni habrá nunca más, suficiente trabajo para todos, entendiendo como trabajo remunerado, estable y de tiempo completo.
 
Esto nos lleva a que estamos ante un nuevo modelo de sociedad donde el trabajo ya no será la fuente que permite a las personas poder disfrutar de bienes y servicios, del ocio y de la sostenibilidad de la vida como hasta ahora lo ha sido. El sueño se acabó, ese derecho al trabajo es necesario cambiarlo por el derecho a la vida, asegurando que todas las personas puedan tener un nivel adecuado de vida complementado con la cobertura de necesidades básicas como la vivienda, la alimentación, el vestido, la educación y la sanidad.
 
Una de las medidas a implantar con urgencia para conseguir estos objetivos es la Renta Básica Universal.